
Si como dice el refrán: "El que mucho se despide pocas ganas tiene de irse". RBD definitivamente no quería dejar el escenario del Anfiteatro Gibson.
Los integrantes del grupo mexicano de pop se dirigieron a sus fanáticos en más de siete ocasiones en un lapso de dos horas. Incluso, llegaron a sonar cursis y dramáticos la noche del viernes durante su último concierto en territorio estadounidense.
La presentación del grupo juvenil de fama internacional inició alrededor de las 8:45 de la noche, media hora después de la hora programada, con los integrantes bailando detrás de unas delgadas telas blancas colgadas con luces que mostraban sus movimientos.
Al mostrarse frente a la audiencia, cada uno mostró su gusto por la moda, donde reinaron las minifaldas entre las chicas y los pantalones apretados en los hombres.
"Buenas noches Los Ángeles", dijo Poncho al público.
Al ritmo de Cariño mío iniciaron la presentación, parte de su gira El último adiós. Durante este acto, al igual que otros que le siguieron, los seis integrantes mostraron sus pasos coordinados y sensuales, típicos de una agrupación como la de ellos.
Tras interpretar exitosamente Aún hay algo y Celestial, empezó lo que pareció una interminable despedida de cada miembro del grupo.
Maite, la protagonista de la telenovela Cuidado con el ángel, aseguró que "en este momento las palabras sobran" y agradeció el apoyo de los seguidores.
"Siéntanse muy orgullosos de ser mexicanos, de ser latinos. Aunque sea el último concierto, quiero darles las gracias por tanto amor. ¡Viva México!", dijo Poncho.
Su ex novia y compañera, Dulce María, también se dirigió a la audiencia para compartir que tenía "sentimientos encontrados".
"¡Qué padre; que chido compartir estos momentos con ustedes! Gracias por formar parte de nuestras vidas y ojalá siempre nos tengan en sus corazones", agregó Christopher
"Hoy es una noche muy especial. Ustedes vivieron con nosotros nuestros aciertos, nuestros tropiezos. Gracias por aceptarme tal y como soy", expreso Anahí tras aparecer en el oscuro escenario.
Hasta los mensajes políticos estuvieron presentes.
"Recuerden que el amor es lo más importante… Gracias por hacerme feliz, por dejarme ser. Gracias por demostrar que a esta generación no le importan las preferencias sexuales. Por favor digan no a la Proposición 8. Todos merecemos una familia", dijo Christian, quien ha aceptado públicamente ser homosexual y que al parecer ignora que las elecciones para decidir sobre la proposición que prohíbe los matrimonios entre personas del mismo sexo fueron el 4 de noviembre.
Los gritos de la audiencia al escuchar la voz de cada cantante eran ensordecedores, al igual que casi durante todo el concierto. Entre el público, mayormente conformado por adolescentes, estaban hasta niños de tres años, algunos de los cuales se quedaron dormidos en las butacas del recinto, que registró un lleno total.
Después de terminar con el segmento principal de mensajes, llegaron canciones como Un poco de tu amor, Ser o parecer, Hoy que te vas, Solo quédate en silencio, Inalcanzable, Bésame sin miedo y Nuestro amor, que en ocasiones fueron coreadas por los asistentes.
Sin duda la más desafinada de la noche fue Anahí, cuya menuda figura cambió de vestuario en cinco ocasiones, mas que ningún otro de sus compañeros. Incluso, en algunas ocasiones entraba tarde a la tarima al parecer por cambiar de vestuario, que dejaba mucho que desear en cuanto al buen gusto se refiere.
Entre los varones, Christopher fue el que más cambio de vestuario, aunque al parecer se le olvidó comprarse un solecito, ya que en todo momento utilizó lentes de sol dentro del encerrado recinto. Además, durante su interpretación de Light Up the World Tonight mostró su faceta de compositor, que dejó mucho que desear.
El cumpleaños de Dulce María, la pelirroja, fue celebrado en el concierto con un gran pastel y las tradicionales Mañanitas.
Asimismo, los rebeldes se mostraron muy agradecidos con los obsequios de sus seguidores que estaban en el área de enfrente y que pagaron por esos lugares 230 dólares.
Christian vistió dos de las camisetas que le aventaron; Maite se emocionó tanto con un póster que tuvo que leerlo inmediatamente y Dulce María fue la que más rosas rojas recibió.
Después de dos horas de canto y luego de dejar el escenario por unos segundos, los gritos de "otra, otra" no se hicieron esperar de parte de un público entregado que disfrutó del concierto a todo momento a pesar de estar de pie la mayoría del tiempo.
Los rebeldes regresaron ataviados con el uniforme de la escuela Elite Way —a la que supuestamente asistían en la telenovela Rebelde, serie de donde surgió el grupo— e interpretaron el himno del mismo nombre para concluir así el concierto abrazados en el centro y limpiándose las lágrimas.
Pese a los gritos de sus fanáticos de "otra, otra", alrededor de las 10:45 de las noche, las luces del anfiteatro se prendieron y los cantantes simplemente no regresaron a la tarima que quizá jamás volverán a pisar juntos.